9 de febrero de 2009

Hola

Tengo dieciseis años y estoy embarazada. No estoy segura como paso todo tan rápido, fue una noche en la cual todo se desencadeno, paso lo que tenia que pasar en algun momento de aquella relacion. El alcohol, la excitacion del momento, los besos y las palabras bonitas me hicieron sentir una sensacion hermosa, una sensacion que solo duro unas horas y finalmente me trajo a donde estoy ahora. Pasó el tiempo, no me venia la regla, decidi hacer ese test de embarazo. Temiendo lo peor, coloque el test en el frasco que contenia aquel liquido amarillo repugnante. Espere el tiempo indicado, llego el momento de saber la verdad, mis manos temblaban cuando lo cogí y me di cuenta que en ese pequeño recuadro blanco aparecia una cruz roja que indicaba "positivo". Esa maldita cruz que no se iba sin importar lo mucho que la agitaba.

Decidi contarselo a la otra parte que ayudo a que esto se consumara, al dueño de el otro orgaano sexual y de el espermatozoide que fecundo mi ovulo. Cuando se lo dije, se quedo callado un segundo y luego:

¿Qué hacemos?
Nose.

¿Lo tendras? o vas a ... tu sabes ...
¿Abortar? Ni cagando.
Ok. Lo tendras entonces. Y ... ¿Que haras con un niño a esta edad?
Diras, que haremos ... también es tuyo.

Lo que sea, que "haremos".
No tengo idea.

Esperaba palabras de apoyo, consuelo o algo similar, pero lo único que recibi fue un rechazo indirecto. Definitivamente la persona con la cual tuve mi primera vez, padre de mi hijo, enamorado y todo aquello, no era lo que pensaba. Pero de nada sirve llorar, tengo que afrontar en lo que me metí.

Ahora, mi vientre crece y crece con cada mes que pasa y lo único que puedo hacer es esperar a que llegue el momento.
(Todo lo mencionado arriba salio de la imaginacion de Monica, no estoy embarazada)